Una sonda espacial DART de la NASA del tamaño de una heladera chocará este día contra Dimorfo, un asteroide de 160 metros de diámetros, con la finalidad de desviarlo y evitar que impacte en la tierra y arrase una ciudad entera.

El impacto, que ocurrirá a 11 millones de kilómetros de la Tierra, está previsto que suceda a la una de la madrugada del martes en la peninsular española y a las 18:00 horas de este lunes en ciudad de México.

Este ensayo será el primero que lo intente la humanidad con la intención de cambiar el desplazamiento de un cuerpo celeste que se dirige al planeta con la amenaza de borrar del mapa a una ciudad.

El jefe científico de esta misión financiada por la NASA, Tom Statler, se expresó con determinación al decir que no se puede dejar que una roca proveniente del espacio “nos hunda de nuevo en la Edad de Piedra”.