Este 1 de junio, el presidente Nayib Bukele alcanza el cuarto año de su gestión gubernamental, una fecha que la población salvadoreña recordará por el resto de sus vidas gracias a los más de 373 días sin homicidios alcanzados con el Plan Control Territorial y el régimen de excepción, solo con este último, sumaban 257 días al pasado 12 de mayo.

Ambas medidas de seguridad surgieron en el gobierno actual para proteger la vida de los salvadoreños, una deuda de más de 30 años de los expresidentes de ARENA y del FMLN, pese a tener el Órgano Legislativo a su favor, contrario al presidente Bukele que, al inicio de su gestión, enfrentó un bloqueo político por parte de la oposición.

Durante el cuarto año de gestión presidencial, los planes de seguridad se intensificaron.

Por ejemplo, con el régimen de excepción, vigente por petición del mandatario, las capturas de pandilleros, hasta el 12 de mayo, sumaban 68,579 casos; asimismo, 2,752 armas de fuego habían sido decomisadas; junto con 3,669 vehículos y más de 16,5890 celulares.

Pero ahora, El Salvador es reconocido por ser uno de los países más seguros del continente americano, ya que registra una reducción drástica de asesinatos: de más de 30 homicidios diarios, en gobiernos anteriores, hoy en día, se reporta 0.3.

“Cero homicidios. Hasta hace unos años, nuestro país era literalmente el país más peligroso del mundo. Mírennos ahora, el país más seguro en América Latina. Gracias a Dios. Seguimos en la Guerra contra las pandillas”, expresó Bukele.

Confinados en el CECOT

Para frenar el accionar pandilleril, el mandatario tuvo la visión de construir el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una solución ante las múltiples capturas de pandilleros homicidas, extorsionista y violadores, entre otros delitos, en la que permanecerán por décadas al haber robado la paz y tranquilidad de la población.

El CECOT, inaugurado el 31 de enero de 2023 en el municipio de Tecoluca, San Vicente, posee una capacidad para contener a 40 mil pandilleros que asolaron a los salvadoreños, ante la pasividad de los pasados gobiernos de turno.