Andrea Menjivar trabaja en el Cuerpo de Bomberos de El Salvador y cada día le toca enfrentar distintas emergencias, entre estas, batallar contra las llamas en incendios.

Trabajar como bombero dejó de ser exclusivo para los hombres, entre las filas del Cuerpo de Bomberos de El Salvador cada vez se suman mujeres que cumplen con esta labor de salvaguardar la vida de otros.

Andrea es consciente que el trabajo que desempeña es de alto riesgo, incluso, en ocasiones, se puede llegar a arriesgar la vida para salvaguardar a personas que están en situaciones complicadas, en medio de las llamas o en accidentes viales.

Sin embargo, afirma que tiene vocación de servir a los demás y se siente muy orgullosa de desempeñar una labor tan importante. El espíritu de servicio lo lleva en la sangre.

La joven bombera es madre de una niña y quiere ser un ejemplo para que su pequeña sienta orgullo por su mamá.

“Mi labor como madre es grande y es una responsabilidad, al igual que ser bombera. Hay riesgo latente en cada emergencia, todas son diferentes, y siempre pienso en hacer bien mi trabajo, para al final tener mi recompensa: Resguardar la vida de las personas y llegar a casa para ver a mi hija”, manifestó.

La joven bombera reconoce que su hija es la más grande motivación que tiene para salir adelante en su profesión y realizarse como madre.

Uno de sus anhelos es que su hija pueda seguir sus pasos cuando sea grande y servir a la nación, como ella, en el Cuerpo de Bomberos.