“Estas no son plazas fantasmas, estos son ladrones. Se están robando los fondos estatales”, dijo el ministro de Hacienda.

Las 1,200 plazas fantasmas en la Asamblea Legislativa constituyen un delito serio en contra de los recursos públicos, destacó el titular del Ministerio de Hacienda (MH), Alejandro Zelaya.

“Estas no son plazas fantasmas, estos son ladrones. Se están robando los fondos estatales”, dijo el ministro de Hacienda.

Estos puestos de trabajo en la Asamblea tienen un salario asignado, pero no hay empleados ejerciendo esa función que justifica la transferencia de recursos públicos para cubrir dicho salario. La denuncia llegó a través del Presidente Nayib Bukele y, después, la confirmó el Sindicato de Trabajadores de la Asamblea Legislativa.

“No hay ninguna evidencia de que hayan asistido a trabajar” insistió el ministro de Hacienda. Pues aunque argumenten las personas que hacían sus labores fuera del recinto legislativo, también se necesitan respaldos. “Esas personas que cobraban no tienen un motivo para recibir el dinero, entonces es enriquecimiento ilícito. Es un delito penal”, agregó el funcionario que administra al fisco.

En este sentido, Zelaya comentó que el MH tiene una función de verificar en el Legislativo cuáles son las plazas para las que se continuará enviando el dinero en concepto de salarios. “A los empleados institucionales no los puedo afectar”; aclaró.

Luego detalló que analizarán el tema. “Con los indicios que estamos teniendo, nos preocupa. Vamos a hacer una revisión y a tomar decisiones en los próximos días”, expresó.

El presupuesto asignado para pago de salarios en la Asamblea Legislativa es de $55 millones, de acuerdo con el ministro Zelaya y aclaró, que “a los empleados institucionales no los voy a afectar; es decir, a los que llegan a trabajar y cumplen su horario normal”.