Siete conductores en estado de ebriedad fueron arrestados durante controles instalados por el Viceministerio de Transporte (VMT) y la Policía Nacional Civil (PNC).

Los controles de desplegaron en diferentes puntos del país desde la noche del viernes y durante la madrugada del sábado.

Los detenidos serán acusados ante el sistema judicial por el delito de conducción peligrosa, con penas de cárcel de entre 2 y 4 años para particulares y 3 y 6 años para los conductores de carga y del transporte público.

Las autoridades han insistido en el llamado a no conducir bajo los efectos de bebidas embriagantes.

«Se pone en peligro la vida propia como la de los demás usuarios viales», expuso el VMT.