El presidente de Bolivia, Luis Arce, busca ejecutar un modelo de seguridad similar al que  implementa en El Salvador, el presidente Nayib Bukele.

Arce quiere castigar el robo en flagrancia con una pena de siete años de cárcel y acumular a los acusados en procesos sumarios para reducir los niveles de inseguridad ciudadana.

La propuesta denominada ‘Lo ajeno no se toca’ ya fue presentada por el gobierno de Arce, a través del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.

El mandatario boliviano manifestó que Bolivia resiente el incremento de la criminalidad en las zonas urbanas y rurales, y la impunidad en estos delitos.

Indicó que el objetivo es que no salgan en libertad o tarden su período en prisión para que no vuelvan a delinquir.

En El Salvador, el gobierno del Presidente Bukele endureció las leyes, implementa el régimen de excepción y endureció las medidas de prisión para que los criminales no reincidan en el cometimiento de los delitos.