Halloween se ha convertido, gracias a la industria del entretenimiento, en una celebración cada vez más arraigada en todos los rincones del mundo.

La palabra Halloween es una versión abreviada de la frase All Hallows’ Eve o All Hallows’ Evening («La Noche de Todos los Santos», en español).

De acuerdo con el Departamento de Lenguas y Literatura Celta de la Universidad de Harvard, el origen de Halloween se remonta a un antiguo festival pagano celebrado por los celtas hace 2,000 años llamado Samhain.

El festival, que tenía lugar en el Reino Unido, Irlanda y el noroeste de Francia, se celebraba el 1 de noviembre para conmemorar el inicio del invierno y el fin de la cosecha. Los celtas creían que Samhain era una época en la que las almas de los muertos regresaban al mundo de los vivos para visitar sus hogares.

Actualmente, Halloween mezcla el recuerdo a los difuntos y el consumo de frutos de otoño, típicas de las celebraciones de estas épocas con otras prácticas “modernas”, como el famoso truco o trato o la veneración por monstruos como Drácula o Frankenstein, que el cine ha acabado convirtiendo en un fenómeno global.

Las familias también acostumbran compartir historias de miedo alrededor de una fogata o acurrucarse para ver películas de terror.

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