Después de seis meses de la declaratoria de cuarentena domiciliar obligatoria para reducir riesgos de contagio entre la población, el país muestra muy buenos resultados de frente a la pandemia por covid-19 que afecta a la región.

A diferencia de otros países de la región centroamericana que se vieron fuertemente afectados por los brotes de la enfermedad, el gobierno utilizó todas las herramientas legales para lograr la contención del virus, acciones que fueron aplaudidas a nivel internacional, pero que a nivel local fueron el estandarte de una lucha de desgaste implementado por la oposición política, bajo el auspicio de grupos de poder económico.

La Sala de lo Constitucional se sumó a la restricción de medidas implementadas por el ejecutivo emitiendo decretos legislativos y sentencias encaminados a desarmar legalmente al gobierno en el esfuerzo por contener la pandemia.

La cuarentena obligatoria regulaba eficientemente la circulación social en el país durante la emergencia, lo cual logró mantener un control de los casos positivos y nexos epidemiológicos que se suscitaron en la sociedad salvadoreña.

El gobierno ha destacado que El Salvador es uno de los países con menor cantidad de casos a nivel regional y latinoamericano, producto de las adecuadas estrategias implementadas en materia de salud pública y economía.

En el marco del combate a la enfermedad, también se fortaleció el sistema público de salud, lo cual dio pauta para que el mismo no colapsará debido al incremento de casos, algo que ocurrió en diferentes países de la región con los hospitales de campaña y que tuvo un fuerte impacto durante el invierno regional.