Un reciente estudio de la Universidad John Hopkins, revela que el país sigue ocupando un lugar privilegiado a nivel mundial entre los países con menor índice de defunciones a causa de la pandemia por COVID-19.

La casa de estudios norteamericana deja entrever que la tasa de muertes por esta causa en el país es de 27.91 por cada 100,000 habitantes, bastante baja en comparación con Estados Unidos cuya tasa asciende a los 151.77 por cada 100,000 habitantes. Por otro lado en la región Panamá lidera la tasa más alta, 136.78 y en el triángulo norte, Honduras con 41.46 por cada 100,000 habitantes.

Las bajas cifras de defunción a causa de la mortal enfermedad se deben a las adecuadas medidas tomadas por el gobierno de El Salvador, quien rápidamente cerró fronteras e implementó cuarentena obligatoria para los ciudadanos con la finalidad de disminuir el impacto de la pandemia, hoy por hoy, dichas medidas han contribuido a mantener un control sobre las infecciones.

A nivel mundial, la mortal enfermedad ha cobrado la vida de 2,467,212 personas, mientras que el número de infectados en un año de pandemia ascienden a 111,424,608 personas.

Las adecuadas medidas implementadas por el gobierno, se verán reforzadas con la llegada de los primeros lotes de vacunas para la inmunización en contra del mortal virus, de las cuales, ya se está implementando el primer lote a el personal de primera línea.