Las tropas israelíes concentraron sus ataques al sur de la Franja de Gaza donde se encuentran la mayoría de los palestinos desplazados.
Los nuevos ataques dejaron más de una veintena de personas fallecidas en el norte de Rafah, donde las autoridades locales reportan que hay cientos de desplazados.
Algunos de los ataques tuvieron lugar en las proximidades del centro de estabilización, un lugar donde se atienden los casos más severos.
Por las condiciones del lugar y del constante bombardeo, el personal médico no pudo ingresar ni abandonar el recinto donde atendían a los pacientes.