El juez 7o. de Paz ordenó la detención provisional para el exdiputado de Arena, Norman Quijano, por el delito de fraude electoral asociado a la obtención de votos por negociaciones con pandillas en 2014.

Conociendo la realidad de los hechos, Quijano abandonó el país inmediatamente perdió la protección de ser diputado, y argumentando que salió para ponerse la vacuna contra el Covid-19 -cuando en El Salvador el proceso de vacunación avanza a pasos agigantados-.

A la audiencia instalada hoy solo envió a sus abogados, a quienes la jueza les notificó la resolución, luego de valorar las pruebas de la Fiscalía General de la República.

El juzgado emitirá en las próximas horas, los oficios de orden de captura judicial en contra del exdiputado Norman Quijano, para hacerlo comparecer en el proceso.

La Fiscalía informó que presentó suficientes elementos de prueba por hechos delictivos cometidos en el año 2014, cuando era candidato a la presidencia de la República.

Quijano dijo que salió del país para atender asuntos personales, pero la Fiscalía asegura que conocía bien el proceso por el que declaró por más de 10 horas el año pasado.

«Me encuentro fuera del país, atendiendo un compromiso familiar, tengo previsto regresar al país en un par de días. Me he enterado que el fiscal presentó un requerimiento en mi contra, que tiene a su base acusaciones falsas”, escribió Quijano desde Honduras.

“En marzo de 2014; luego de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Quijano se reunió con cabecillas de pandillas para que estos y sus familiares, así como personas que habitaban en zonas que controlaban votaran por él. A cambio el partido ARENA les habría ofrecido beneficios”, asegura la Fiscalía en el requerimiento presentado al juez.

Según el parte fiscal, Paolo Lüers -columnista y jefe de editores en El Diario de Hoy de los Altamirano- colaboró en estas negociaciones oscuras, entregándoles personalmente $100,000 a las estructuras delincuenciales.

Quijano siempre fue protegido por los partidos Arena, Fmln, Rodolfo Parker y Mario Ponce, quienes no permitieron que le quitaran el fuero para ser procesado.