Varios abogados han aplaudido la instalación de los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), principalmente, a los de la Sala de lo Constitucional, porque consideran que por primera vez no están “amarrados” a los caprichos de los poderes fácticos, de Arena-Fmln-Parker.

Para el caso, la reconocida abogada Tahnya Pastor ha sido una de las más críticas a las acciones de los anteriores magistrados, quienes no solo aplicaron justicia selectiva, sino que además daban órdenes a “sus grupos de jueces” enquistados aún en el sistema.

Ahora, los juristas siguen de cerca las actuaciones de la jueza Edelmira Flores Orellana, titular del Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador, quien ha beneficiado a Ernesto Muyshondt con algunas resoluciones, y ahora se presta a ayudar a los areneros Gerardo Balzaretti y Juan Tennant Wright.

El pasado de la jueza es vinculante a Arena, de quien ha recibido respaldo.

A los abogados les llama poderosamente la atención que la audiencia para favorece a los areneros se lleve acabo con celeridad mientras los diputados discuten reformas al Código Penal y Procesal Penal para que los delitos de corrupción no prescriban. “Si la reforma es aprobada después de la audiencia, los acusados ya no podrán ser encausados nuevamente”, manifiestan.

“¿Por qué en otros casos no ha actuado así la jueza, casos que tienen más de un año a la espera donde sí hay pruebas contundentes de inocencia?”, reiteran los abogados.