Varios ejemplares de dragones azules (Glaucus atlanticus) se han observado en la costa salvadoreña, por lo que técnicos del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) advierten a los veraneantes para que no los toquen porque causan daños en la piel.

El “Dragón Azul” es llamativo y de color vibrante y de tratar de una especie que es similar a la babosa marina, que se alimenta de medusas y guardan en su estómago las células urticantes para canalizarlas por sus extremidades cuando se sienten amenazadas.

Se dice que el daño es similar al de una medusa, también pueden ser un pequeño pulso eléctrico, por ese motivo no se deben de tocar ya que causa lesiones en la piel, como también complicaciones en personas sensibles.

El “Dragón Azul” es nudibranquio con una distribución variada por los mares del mundo, en aguas templadas y tropicales. Algunas regiones donde se encuentra esta babosa incluyen el este y la costa sur de Sudáfrica, aguas europeas, la costa este de Australia y Mozambique.

El “Dragón Azul” es una especie peligrosa, que generalmente obtiene su veneno de las especies de las que se alimenta (carabela portuguesa y vela púrpura), lo usa para defenderse y puede causar náuseas, dolor abdominal, vómito e incluso la muerte.