En la noche de viernes, a las 11:11 (hora local del país afectado), Marruecos experimentó un trágico suceso: un potente terremoto de magnitud 6,8 sacudió el corazón del país, dejando una estela de devastación. Más de 800 personas perdieron la vida, mientras que más de 600 resultaron heridas, algunas de ellas en estado crítico.

El epicentro de este desastre se situó a unos 71 kilómetros al sur de la icónica ciudad de Marrakech, conocida tanto por su atractivo turístico como por su importancia económica en Marruecos.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) reportó que el terremoto ocurrió a una profundidad de 18,5 kilómetros. Además, aproximadamente 20 minutos después, se produjo una réplica de magnitud 4,9, añadiendo más tensión a la ya frágil situación.