Las políticas de seguridad implementadas contra la MS por el presidente Nayib Bukele han logrado su desarticulación casi total en el país, algo que como efecto secundario ha traído la debilitación de su brazo en Estados Unidos, según reportes del medio Newsday.

La incomunicación que los delincuentes tienen desde prisión le ha quitado poder a la estructura criminal en las calles de Long Island, según las declaraciones de jefes policiales de esta zona de Nueva York.

El medio con sede en La Gran Manzana señala que en 20 meses la administración Bukele ha puesto tras las rejas a 60 mil delincuentes, muchos de ellos en el Centro del Confinamiento del Terrorismo (Cecot) el cual ha sido visitado por funcionarios estadounidenses.

Las medidas enérgicas contra Long Island y la guerra contra las pandillas de El Salvador, que ha sido criticada por defensores de los derechos humanos y el Departamento de Estado de Estados Unidos, han dañado gravemente el liderazgo y la membresía de la MS-13, dijeron las autoridades.

«Ahora tenemos un grupo de personas más jóvenes que creo que no tienen el liderazgo ni la orientación, y están actuando por su cuenta y de manera bastante flexible», dijo un excomandante policial.