La adicción a la comida chatarra es un desafío que afecta a millones de personas en todo el mundo. A pesar de sus esfuerzos por liberarse del consumo de productos como patatas fritas o helados muchos se ven atrapados en una lucha constante.

Se ha descubierto que los alimentos ultraprocesados (UPF) pueden ser tan adictivos como las drogas, lo cual plantea una seria preocupación debido a su vinculación con múltiples problemas de salud.

Un reciente estudio que analizó 281 investigaciones realizadas en 36 países reveló que el 14 % de las personas son adictas a los UPF. Esta estadística es alarmante, ya que estos alimentos son ampliamente comunes en nuestra dieta diaria.

Los investigadores señalan que los productos como salchichas, helados, galletas, refrescos y cereales azucarados, se han asociado con una serie de enfermedades como el deterioro cognitivo, el riesgo de cáncer, la angustia psicológica y la mortalidad prematura.

Los investigadores también reiteran que la adicción a los UPF no solo afecta la salud física, sino que también puede tener un impacto significativo en la salud mental.

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