Suspender los vuelos comerciales e internacionales fue una de las medidas ayudó a amortiguar los contagios del virus mortal.

Los casos de coronavirus ya se habían extendido por América Latina en la segunda quincena de marzo de 2020. El Presidente Nayib Bukele volvió a tomar la delantera en la región y decidió cerrar el Aeropuerto Internacional de El Salvador Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (AIES) a las operaciones comerciales y de personas retornadas.

“El Aeropuerto Internacional de El Salvador cerrará operaciones este día a la media noche. Únicamente continuará en funciones para recibir transporte aéreo de carga y misiones humanitarias”, escribió el Presidente Bukele el 17 de marzo de 2020, alrededor de la 1:00 p.m. En un inicio se pensó para 15 días, pero al final se extendió seis meses.

En un inicio, los medios masivos tomaron esta decisión con escepticismo, por sus implicaciones para las aerolíneas y los viajeros. Pero la máxima prioridad del Presidente Bukele siempre fue proteger la salud de los salvadoreños. Antes de eso, ya estaban prohibidos los vuelos desde China, Corea del Sur, Irán, Alemania, Italia, Francia y España.

Esta medida estuvo cerca del inicio del confinamiento más estricto y la suspensión temporal del pago de servicios básicos, además de la flexibilización en el pago de créditos. El Presidente Bukele ocupó todas las herramientas jurídicas que tenía en sus manos, pues la oposición continuaba bloqueando sus esfuerzos desde la Asamblea Legislaitva y el Órgano Judicial, a pesar del peligro inminente que representaba el coronavirus.

El AIES comenzó a reanudar sus vuelos de manera gradual en septiembre de 2020, una fecha que marca también el despegue sin precedentes del turismo.

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