En su informe de gestión, divulgado este día a la prensa, el pecenista Mario Ponce, presidente saliente de la Asamblea Legislativa, se jacta de haber enderezado las finanzas de ese órgano de Estado, luego de recibirlas en saldo negativo  del arenero Norman Quijano, según afirma.

Ponce asegura que las cuentas no estaban precisamente sanas en manos de Quijano. «Esta institución la agarramos prácticamente en saldo rojo, la revertimos y la estamos entregando en saldo positivo», insistió el pecenista.

Sin embargo, como presidente de la Asamblea, Ponce nunca se pronunció por la masiva estafa al Estado cometida por el sistema de partidos políticos de oposición que ha mantenido por años un entramado de más de mil plazas fantasmas.

Por el contrario, el diputado del PCN reveló que propuso ‘indemnizar’ a las plazas fantasmas, en lugar de informar a la justicia sobre el cometimiento de un delito en detrimento de las finanzas públicas.