El presidente de la República, Nayib Bukele, ha destacado la destrucción de las lápidas de pandilleros en cementerios como parte del proceso de eliminación de toda la simbología de los grupos terroristas.

Reos en fase de confianza han sido desplegados por las autoridades en el cementerio de Santa Tecla para eliminar los símbolos, nombre y todo lo alusivo a las maras que los integrantes habían colocado a sus secuaces muertos.

Bukele indicó que acabar con las pandillas, que por años sometieron a los salvadoreños con asesinatos y cobro de las extorsiones, es difícil, pero este Gobierno lo está haciendo.

«Destruir a las pandillas (…) no es un trabajo fácil; de hecho, siempre se creyó que era imposible. Lograrlo requiere de muchas acciones simultáneas. Una de ellas es destruir sus símbolos, su sentido de pertenencia, su memoria», dijo el mandatario.

El gobernante enfatizó que sean los mismos presos los que se encarguen de eliminar la simbología «resarciendo un poco del daño que le hicieron a la sociedad», agregó.