Chaves se quejó de las leyes, las acciones del Poder Judicial y de la Asamblea Legislativa, sin dar siquiera un mensaje de esperanza a sus connacionales.

Costa Rica tuvo el año más violento de su historia en el 2023, cuando alcanzó una tasa de 17.2 homicidios por cada 100,000 habitantes. El presidente de ese país, Rodrigo Chaves, no ha ofrecido una alternativa para devolver la tranquilidad a los ticos y más bien parece quejarse todo el tiempo de las condiciones jurídicas que lo atan de manos.

“¿Qué mecanismos podemos utilizar en un país que no tiene Ejército, ni Fuerzas Armadas, ni Marina? ¿Donde somos uno de los principales puertos de exportación de cocaína en el mundo? (…) ¿Y con un sistema legal absolutamente procriminal, y no prociudadano?”, dijo Chaves, durante una entrevista con CNN. “Lo que hay son leyes inadecuadas para lidiar con bandas que se matan entre ellas y que obviamente causan temor entre la ciudadanía normal”, enfatizó el gobernante.

El mandatario de la nación centroamericana continuaba lamentándose de todas las instituciones que no son del Ejecutivo. “Hay una puerta rotativa en el Poder Judicial y en las cárceles”, dijo, donde los sicarios salen libres en apenas un día, incluso si los han capturado en flagrancia y tienen un amplio expediente criminal (como sucedió con el asesinato reciente de unos policías). También aprovechó para expresar su descontento con la Asamblea Legislativa, pues los diputados no han avanzado en aprobar cinco proyectos de reformas legales que ayudarían a ejercer un combate más efectivo contra la delincuencia.

El Salvador logró debilitar y vencer a las pandillas con un trabajo que lideró, precisamente, el Ejecutivo y que poco a poco fue tomando forma, en la medida que los salvadoreños dieron más gobernabilidad al Gobierno con sus votos. Pero Chaves sigue con tono pesimista: “Vimos el caso de El Salvador, pero es inconcebible en Costa Rica. Yo no lo estoy promoviendo”, afirmó el presidente tico.

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