El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, aseguró que no renunciará a su cargo y defendió que el beso con la jugadora Jenni Hermoso fue «consentido».

«Fue un beso espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas, de todo el proceso que se ha montado en este país.

El discurso de Rubiales fue ante la asamblea extraordinaria de la RFEF y no solo repitió cuatro veces seguidas «No voy a dimitir», sino también aseguró ser víctima de una cacería de brujas por parte de «falsas feministas».

Las críticas hacia Rubiales aumentaron en los últimos días, hasta el punto de que el propio Gobierno en funciones, liderado por Pedro Sánchez, dejó entrever que, si la RFEF no cesaba a Rubiales, sería el propio Ejecutivo el que tomara cartas en el asunto.

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