De acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, (NOAA, por sus siglas en inglés), hay un 70 % de probabilidad de que La Niña «emerja» entre agosto y octubre.

La misma institución, prevé la posibilidad de un 79 % de que persista en el hemisferio norte en 2024-2025.

Los pronósticos también anticipan que la transición ocurrirá entre agosto y octubre.

La Niña afecta patrones de lluvia, presión atmosférica y el movimiento del aire a gran escala, contrario a El Niño que provoca cierta reducción de las precipitaciones y un aumento de las temperaturas.

El fenómeno meteorológico previsto puede tener una duración de entre uno y tres años y alcanza su punto máximo cuando es invierno en el hemisferio norte.