Perú no logra tejer una herramienta adecuada para combatir el accionar de los grupos criminales. Los colegios están pagando hasta $5,300 a los extorsionistas para evitar un atentado contra su personal y alumnos.
Un centenar de colegios de la periferia de Lima y otras ciudades de Perú vive momentos de histeria permanente debido al pago que tienen que hacer a grupos de criminales para poder vivir y trabajar.
Son entre $2,600 y $5,300 los que deben de pagar a los extorsionadores para no sufrir ningún tipo de atentados, informó diario El Comercio.
El medio local toma como referencia hechos el de la directora del colegio de educación inicial El Roble, de San Juan de Lurigancho, que logró escapar de un delincuente que le exigía por su móvil el pago de cupos.
La afectada dijo que tiene colegas que no tuvieron más remedio que cerrar sus locales o se dedican a otro quehacer por las amenazas recibidas.
El informativo también recoge del coordinador de las fiscalías contra la criminalidad organizada, Jorge Chávez Cotrina, respecto a los colegios que están siendo extorsionados por el hampa.
Aseguro que los distritos elegidos son: San Juan de Lugirancho, de Lima Norte y en Ate Vitarte, al este de la capital.