De acuerdo a la Fiscalía General de la República (FGR); Desarrollos Montecristo, S.A. de C.V. era una sociedad fachada, mediante la cual el actual Secretario General del FMLN, Óscar Ortiz lavaba dinero, junto con «Chepe Diablo».

Según una especialista que desde el pasado lunes inició la exposición de la pericia financiera contable para determinar lo que supuestamente ha lavado José Adán Salazar Umaña, mejor conocido como «Chepe Diablo» certificó ante los jueces del Tribunal Segundo de Sentencia que el imputado se asoció con el exvicepresidente de la República y Secretario General del FMLN, Óscar Ortiz, para crear Desarrollos Montecristo, S.A. de C.V., el 20 de junio del año 2000. Para la Fiscalía dicha sociedad es de papel, es decir que solo sirve para blanquear capitales.

En uno de los puntos periciales, se le presentó al tribunal una lámina en la cual se constata que la sociedad fue constituida con porcentajes del 33% para Óscar Ortiz y 33 % para Salazar Umaña, mientras que el 34% de las acciones están a nombre de Rogelio Cervantes, empresario y excandidato al alcalde del FMLN por Antiguo Cuscatlán, en el año 2,003.

La susodicha entidad se constituyó con el objetivo de comercializar bienes. De hecho, el mismo año de creación adquirió tres inmuebles por un monto superior a los $102,867, específicamente entre agosto y septiembre de ese año. Sin embargo, durante una década Desarrollos Montecristo no tuvo ninguna actividad comercial, hasta que, transcurridos los diez años, esos terrenos fueron vendidos al mismo accionista: Óscar Ortiz.

De acuerdo a la pericia, la sociedad pagó por dos inmuebles valorados en $40,000 y otro en más $22,000. Irónicamente, en lugar de adquirir plusvalía, los terrenos experimentaron una depreciación (una pérdida de más de $50,000), al momento que se le hizo la venta a Ortiz.

Cabe destacar que a Desarrollos Montecristo, S.A. de C.V., no le aparece registrado en el sistema financiero algún producto financiero como cuentas bancarias, o préstamos para justificar ese suma de $102,867, y tampoco fue declarado en Hacienda la venta de los tres inmuebles.

«Es una sociedad que dentro del delito y el tipo de lavado de dinero se le llama sociedades de papel donde solo se busca crearlas para justificar el movimiento de activos que provienen de actividad ilícita», aseveró el fiscal del caso.