El asesor jurídico de la Presidencia, Javier Argueta, confirmó la noche de este martes en el programa Hablemos de TVO Canal 23, que no está en contra de la libertad de expresión en El Salvador, pero recordó que se debe tener cuidado con la libertad de información porque en muchas ocasiones se daña el honor y la imagen de un funcionario, como también la de su grupo familiar.

En ese sentido, hizo referencia a que los funcionarios que se dieron a conocer en la Lista Engel ya fueron condenados social y mediáticamente, porque no se les dio la oportunidad de defenderse de los señalamientos que se les imputan.

“La Lista Engel condena a las personas sin que se les dé la oportunidad de defenderse. Esa lista quebranta los derechos humanos del debido proceso, porque señala una conducta sin defensa. Los funcionarios que son señalados en esa lista y por periódicos digitales, hay que entender que son personas señaladas, pero no vencidas en juicio. Desde ahí ya se está dañando el honor de la persona y su familia”, explicó.

Argueta afirmó que los funcionarios señalados tienen dos opciones y una de ellas es acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos(CIDH) y en El Salvador presentar una demanda por difamación y daño al honor en los tribunales.

“Los señalados ya fueron condenados socialmente y por eso es importante que los funcionarios reaccionen a tomar acciones nacionales e internacionales. Con el daño moral la persona tiene la oportunidad de cuantificar el nivel del daño y en ese procedimiento se tiene que realizar con los tribunales nacionales”, añadió.

Por otra parte, dijo que la Sala de lo Constitucional determinó que los grupos de pandillas o maras son catalogados como grupos terroristas y como tal, también a los apologistas, cómplices y financistas, por lo que se debe castigar a los que entregaron dinero a los pandilleros, por lo que procede el desafuero contra el diputado del PARLACEN, Norman Quijano.

Finalmente, recordó que los gobiernos del FMLN maltrataron a funcionarios de la embajada de los Estados Unidos, como lo hizo el expresidente salvadoreño y ahora asilado nicaragüense, Mauricio Funes, con la exembajadora Mari Carmen Aponte; además, han quemado banderas de dicho país y ahora dicen sus diputados que se está deteriorando la relación con ese país, algo que según afirman, ha costado mejorar.