El presidente de ANDA, Rubén Alemán, se mostró hoy satisfecho con la planta desalinizadora que fue inaugurada ayer y que ahora ya produce agua potable para más de 150 familias de la isla Madre Sal.

Los habitantes dejarán de comprar agua y botellas envasadas como ocurrió por décadas, expresó el titular de la autonóma.

La planta, ubicada a más de 100 kilómetros de San Salvador, convertirá el agua dulce del mar en agua potable, en un proceso químico y físico.

Alemán agradeció a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en El Salvador por la construcción de la planta.

“El trabajo en la isla ha sido integral, no solo estamos brindando agua en cantidad y calidad, sino que también hicimos jornadas de limpieza”, comentó.

El funcionario explicó que dentro de las familias beneficiadas se encuentran más de 140 niños y niñas que “ tendrán un crecimiento y desarrollo digno en la isla”.