En medio de protestas, el presidente francés, Emmanuel Macron, aprobó por decreto la reforma de pensiones, sin voto final en la Asamblea Nacional.

Macron se avocó por medio de su primer ministra al artículo 49.3 de la Constitución, que permitía aprobar la reforma sin voto de la Asamblea. La decisión la tomó ante las serias dudas de que pudiese contar con los votos necesarios.

«No podemos hacer apuestas sobre el futuro de nuestras pensiones», dijo la primer ministra Elisabeth Borne.

La reforma, que pretende retrasar la edad de jubilación de los 62 años a los 64, ha provocado casi dos meses de protestas, un millar de manifestaciones y ocho huelgas generales.

La situación en El Salvador, durante el proceso de reforma de pensiones fue radicalmente diferente, ya que el presidente Nayib Bukele obtuvo un amplio apoyo por defender los derechos de los trabajadores.