El gobierno uruguayo está en crisis y estima que quedan entre una semana y diez días de agua bebible para los pobladores de Montevideo.

De acuerdo a las autoridades, la última reserva de agua dulce de la capital tiene menos de un 2% de disponibilidad, al agotarse deberán abastecerse de fuentes con altos niveles de salinidad que no se podrá beber.

El presidente, Luis Lacalle Pou, indicó que ya tienen prevista la construcción de una nueva planta potabilizadora, pero está tardará por lo menos dos años.

Ante esto, el gobierno pone su esperanza en que el país reciba lluvias intensas, algo que no está pronosticado por los expertos.

«Mientras tanto, no hay un genio que frote la lámpara: tiene que llover», dijo el mandatario.

Además, indicó que, a partir de esta semana, los 510,000 uruguayos afectados por la escasez del recurso van a recibir dos litros de agua embotellada de manera gratuita.