En lugar de denunciar la existencia de plazas fantasma, les ofreció hasta $35,000 a estas personas, provenientes del tesoro público, «y con el derecho aún de pensionarse».

El Fiscal General de la República, Raúl Melara sigue sin hacer nada, ante la confesión de delito del presidente saliente de la Asamblea Legislativa y diputado de PCN, Mario Ponce.
Ponce no solo confesó que tenía conocimiento de la existencia de plazas fantasma al interior del parlamento, sino que también reconoció que impulsó una iniciativa en la que les ofreció entre 30 a $35,000 a las personas con plazas fantasmas para que se jubilaran; esto además del derecho a gozar de una pensión.

«Impulsé un decreto de retiro voluntario para que se fueran todos aquellos que no trabajan en la institución, o que están de más en la institución. ¿Cuántos creen que aplicaron a ese decreto? 14 personas. No se quisieron ir, y si los hicimos atractivo el retiro. Ninguna presidencia ha hecho tan atractivo un retiro voluntario, a donde ellos iban a llevar el equivalente entre 30 a $35,000 al momento de retirarse, y con el derecho aún de pensionarse», confesó el pecenista, sin vergüenza alguna.
Durante décadas, los partidos políticos tradicionales se han dedicado a enriquecerse con el dinero de la población, a través de la modalidad de plazas fantasma.