Al menos 97 ballenas piloto que quedaron varadas esta semana en una playa al suroeste de Australia murieron después de que las autoridades decidieran practicar la eutanasia a 43 de ellas para minimizar su sufrimiento ante su deteriorada salud.

Las primeras 54 murieron el martes en la playa Cheynes, una ensenada protegida de Australia Occidental que está rodeada por un parque y una reserva natural.

De acuerdo con medios locales, equipos de rescate, veterinarios, expertos en fauna marina y unos 250 voluntarios lograron en un primer momento remolcar a aguas profundas a las supervivientes, pero horas después volvieron a quedar varadas, lo que terminó por convencer a los expertos de que era mejor sacrificarlas.

Australia, al igual que Nueva Zelanda, es escenario de frecuentes varamientos de ballenas y otros mamíferos marinos, sin que los expertos hayan logrado esclarecer con precisión los motivos.

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