El periodista de TCS mostró su falta de imparcialidad, al promover la imagen del alcalde capitalino por ARENA.

El Ministro de Trabajo, Rolando Castro puso en evidencia la doble moral del todavía alcalde de San Salvador por ARENA, Ernesto Muyshondt; al publicar un tuit donde muestra las viscerales acusaciones de este contra los medios que le hacen preguntas incómodas, y contrastándolas con una fotografía donde aparece el presentador de TCS, Federico Zeledón al lado de Gustavo Moreno, del círculo cercano de Muyshondt; durante una gira del edil por España y otros países (que financió con recursos de la comuna).
«Los mismos de siempre hoy se quejan. Sin palabras», condenó el titular de trabajo, a través de su cuenta de Twitter.
Respecto a los medios de comunicación que lo cuestionan sobre temas de corrupción, atropellos a los derechos de los trabajadores municipales, o posible cometimiento de ilícitos, el arenero manifestó esta tarde: «cuando los medios tradicionales, libres e independientes se prestan a los noticias falsas del oficialismo, quiere decir que ya perdimos toda semblanza de libertad y democracia en nuestro país».

No obstante, cuando anduvo de gira por Europa y otros países, (la cual fue financiada con el dinero de los capitalinos); y el periodista de TCS, Federico Zeledón hizo una cobertura exclusiva de la misma, faltando a la imparcialidad y profesionalismo que deben caracterizar a un comunicador; Muyshondt no pronunció una sola palabra de crítica.
En reiteradas ocasiones, Ernesto Muyshondt ha agredido a periodistas de distintos medios de comunicación, como Teleprensa o Noticiero El Salvador. De hecho; a este último medio, además de negarse a dar una respuesta a las cuestiones que le han hecho (simplemente cumpliendo con su deber de informar a la población), ha calificado con epítetos peyorativos: «foca visión».

Cabe destacar que, muchas veces, los periodistas agredidos han sido mujeres, incurriendo en el delito de expresiones de violencia contra la mujer.
Irónicamente, la Asociación de Periodistas de El Salvador, APES, guarda un silencio de complicidad con Muyshondt, en lugar de defender los derechos de sus compañeros de profesión.