El papa Francisco invitó a una jornada de oración y ayuno el martes, 17 de octubre, para invocar la paz en Oriente Medio.

«Las guerras son siempre una derrota. Siempre», afirmó el Papa, y al mismo tiempo expresó su dolor por «lo que está sucediendo en Israel y Palestina».

El monseñor Rafael Urrutia, canciller del arzobispado de San Salvador, compartió la solicitud de monseñor José Luis Escobar Alas a todos los sacerdotes para unirse a la oración y al ayuno para pedir a Dios «que no se derrame más sangre inocente, ni en Tierra Santa, ni en Ucrania, ni en ningún lugar».

El Pontífice imploró el domingo el respeto del derecho humanitario: «especialmente en Gaza, donde es urgente y necesario garantizar corredores humanitarios y acudir en ayuda de toda la población».

«Hermanos y hermanas, ya han muerto muchos. Por favor, ¡que no se derrame más sangre inocente, ni en Tierra Santa, ni en Ucrania, ni en ningún otro lugar! ¡Basta ya!», reiteró.

Tras el ataque terrorista de Hamás a Israel, se cuentan ya más de 2,800 personas muertas y casi 11,000 heridas en territorios palestinos, mientras que unas 1,400 murieron en Israel.

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