Desde el pasado 24 de agosto que reinició operaciones el transporte colectivo, la División de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil (PNC), ha impuesto más de 8,000 multas a los conductores de buses y microbuses por transgredir las leyes de tránsito y los protocolos de bioseguridad.
“Entre las causas se encuentra la falta de documentos, malas condiciones mecánicas de los vehículos, llevar más pasajeros de lo permitido e incremento a la tarifa del pasaje”, explicó el viceministro de Transporte, Saúl Castelar.
El gobierno ha mantenido controles vehiculares regulares en distintos puntos del país para garantizar el cumplimiento de la normativa sanitaria al interior de las unidades del trasporte público, y entre los aspectos que se verifica, se encuentra el no exceder la capacidad permitida de pasajeros.
El transporte público es uno de los principales focos de contagio de coronavirus, por lo que la aplicación de medidas rigurosas se hace necesaria para evitar más muertes por coronavirus, sobre todo en el contexto en el que los casos diarios han incrementado, recalcó el funcionario.