El Presidente Bukele advirtió que se acabaron los privilegios para los pandilleros que causaron dolor y luto a los salvadoreños.
El Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) fue inaugurado hace dos años por el Presidente Nayib Bukele. Su funcionamiento es parte del Plan Control Territorial, que se ha convertido en una estrategia reconocida en decenas de países por su efectividad sostenida.
Además de imponer castigos ejemplares, en el CECOT los pandilleros perdieron los privilegios que los Gobiernos anteriores les habían dado.
Tienen una rutina diaria establecida, en la que están obligados a mantener el orden y el respeto al personal del Centro. Primero, los despiertan a las 4:00 a.m. para que se bañen y limpien. Después llega la primera comida del día y los medicamentos para quienes requieren una dosis diaria. La dieta de los reos en el Centro está basada en frijoles, lácteos, maíz, arroz, pasta y café. Las porciones están definidas en una libra para cada quien y se entregan desde afuera de las celdas, es decir, no salen a un comedor o similares.
Para salir de sus celdas, se mantienen esposados y caminan en fila. Los presidiarios tienen jornadas de acondicionamiento físico, haciendo ejercicios que son más de estiramiento y para mejorar la circulación. Estos los efectúan con las indicaciones de un entrenador, usando los mismos trajes blancos y dentro de las instalaciones del centro. También se ha designado un momento para escuchar pasajes bíblicos más la reflexión posteiror, por parte de un guía cristiano. Esto es también bajo techo.
En el transcurso del día, los presidiarios tienen acceso a consultas médicas en un cuarto especial para eso, donde hay personal sanitario que hace los chequeos y las consultas. De acuerdo con los horarios fijados, los pandilleros tienen sus audiencias a distancia con los jueces, en salones que están dentro del área de las celdas.
El CECOT tiene una serie de reglas que los reos tienen que acatar. Alejarse de dichas normas los expone a que los lleven hasta las celdas de castigo, donde no hay más que una plancha de acero para acostarse, un lugar para las necesidades y sin ninguna entrada de luz. Según la gravedad de la falta cometida en perjuicio del orden al que deben someterse, el pandillero castigado puede pasar en dicha celda de cinco a 15 días.
Los custodios, policías y soldados asignados al CECOT tienen acceso a los ailmentos, servicios de salud, área de gimnasio, comedores y camarotes con casillero pers
onal.