Al futbolista Dani Alves sigue lloviéndole sobre mojado, y es que su esposa, la modelo Joana Sanz, le ha pedido el divorcio, tras salir a la luz que hay más pruebas en su contra por el delito de agresión sexual en perjuicio de una joven, ocurrido en una discoteca en Barcelona.

La modelo ha contactado a los abogados del deportista, con el fin que le comuniquen la decisión que ella ha tomado, mientras él guarda prisión preventiva por ese delito, por decisión de un tribunal de justicia.

En un principio, Joana Sanz defendió a su esposo de las acusaciones de agresión sexual; sin embargo, ha cambiado opinión, al punto de borrar sus fotos con el deportista de sus redes sociales.

Según la víctima, el futbolista Dani Alves cometió los hechos el pasado 30 de diciembre.