Rebautizado como Parque Memorial La Bermeja, este cementerio desde su fundación en la mitad del siglo pasado, fue destinado para las familias salvadoreñas con menos recursos económicos. 

 

Sin duda, continúa como el cementerio del pueblo, el significado del nombre es relativo al color rojo o rojizo, que probablemente fue nombrado por el bermellón de la sangre.

 

Sin embargo no es el único lugar en el mundo que lleva ese nombre, hay sitios increíbles como la isla fantasma Bermeja, que según los mapas de Google se ubica en el golfo de México, pero nadie jamás ha estado en ese lugar. 

 

Una aldea central de Matanzas, Cuba, lleva por nombre La Bermeja, en México hay distintas localidades que así se conocen, la Costa Bermeja, en Francia, incluso una especie de rana lleva ese nombre. 

 

La Bermeja, como es conocido popularmente, forma parte de un complejo de camposantos que ahora es administrado por la alcaldía de San Salvador donde además están: El Monseñor Romero, Jardín Maquilishuat, Las Parcelas y Los Ilustres. 

 

La tasa a pagar en La Bermeja es la más accesible en San Salvador para poder enterrar a una persona, el costo puede rondar los 49 dólares por siete años, caducado ese periodo, cada año siguiente se debe de pagar un promedio de 18 dólares. 

 

Este cementerio fue construido debido a que el cementerio general fue quedando muy chico ante el acelerado crecimiento poblacional en el país, como resultado del boom del café.  

 

Está ubicado a un lado del bulevar Venezuela, ahora una de las vías más importantes que serpentea de oriente a poniente la capital. 

 

La municipalidad viene ejecutando proyectos de mejoramiento en las instalaciones, siempre ha sido un lugar digno para inhumar y sin perder la condición de popular. 

 

Resulta paradógico, cada 2 de noviembre La Bermeja se llena de vida, con millares de personas que llegan a depositar flores a sus familiares y amigos que se han adelantado en el viaje sin retorno. 

 

Enflorar las tumbas de los muertos es una tradición muy arraigada en el país, solamente en el año más fuerte de la pandemia de COVID-19, en el 2020, no pudo desarrollarse por medidas de seguridad para todos. 

 

Familias enteras se reúnen en el Día de los Fieles Difuntos, alrededor de la tumba de su ser querido para recordarlo desde La Bermeja, donde descansan sus restos.