Los salvadoreños reconocen la transformación en materia de seguridad que ha experimentado el país y que lo tienen al cierre de este como uno de los países más seguros de América Latina.

El Salvador ha dejado de ser el más violento del mundo con una tasa de 106 homicidios por cada 100 mil habitantes que tenía en el 2015 en la segunda administración del FMLN para cosechar cada vez más días sin crímenes violentos.

«Esta vez no se trata de retoques cosméticos, sino de transformaciones profundas», indicó un ciudadano a través de las redes sociales.

Medidas como el régimen de excepción o los cercos de seguridad en Soyapango y el que se instaló este sábado en la comunidad Tutunichapa de San Salvador son ampliamente apoyadas por los habitantes.

En las primeras horas de los operativos en la Tutunichapa, una comunidad conocida anteriormente por la distribución de drogas, ya se reportan capturas, así como dinero y drogas incautadas.

«Excelente trabajo, así deberían haberlo hecho en años anteriores, pero no, los gobiernos anteriores corruptos se unían a ellos (mareros) para joder a nuestro país», es otra de las opiniones en las redes.