En 2009, los salvadoreños votaron por “el cambio” que abanderó Mauricio Funes con el Fmln. Su discurso electoral estuvo lleno de promesas de cambiar el sistema político, de luchar contra la oligarquía, y devolverle el país a los salvadoreños.

En las tarimas de sus mitines se quedaron las palabras de promesa. 12 años después, Funes parece el maestro del escape, y su acción de huida -con avisamiento a tiempo de alguna autoridad- ahora es replicada sin reparos por todos sus compañeros a quienes se les ha comprobado millonarios casos de corrupción. Ahora todos se denominan «perseguidos políticos».

Estos son los destinos de los efemelenistas prófugos de la justicia salvadoreña:

NICARAGUA

–Expresidente Mauricio Funes Cartagena, con más de seis casos de corrupción.

–Expresidente Salvador Sánchez Cerén, por ahora con acusación fiscal de cuando era vicepresidente de Funes.

VENEZUELA

–Ramón Arístides Valencia, quien huyó al conocer del proceso por negociar votos en 2014 con grupos criminales.(Huyó en junio 2021).

MÉXICO

–Expresidente Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes. Buscado por enriquecimiento ilícito.

–Exministro Obras Públicas, Gerson Martínez, huyó del país luego que la Fiscalía lo acusó de recibir $290 mil dólares de manera ilegal

–Lina Pohl, exministra de Medio Ambiente, pese a tener orden de captura internacional, el país la ha refugiado y sigue en la FAO. Se le acusa de haberse beneficiado con $177 mil dólares en un caso de desfalco a las arcas del Estado.

«La FGR ha realizado la conclusión de una investigación contra varios exfuncionarios de la administración del expresidente Mauricio Funes. Todas estas personas contribuyeron al desfalco de $350 millones al Estado», anunció en su momento el Fiscal General, Rodolfo Delgado.

«Hemos girado órdenes de captura para otros funcionarios, todas estas personas tenían a su disposición dineros de fondos públicos. El dinero les era entregado de forma mensual y constituía una adición a su salario», señaló.