El Salvador le apuesta a convertirse, a través de las operaciones en el Aeropuerto Internacional de El Salvador San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, en un centro de conexión (hub) logístico y de carga.
Gracias a su posición geográfica privilegiada y hasta envidiable en el centro de las Américas, esta terminal aérea será a mediados de año, cuando se concluya su ampliación, la más moderna de la región y, con el trabajo que ahí se lleva a cabo avanza a fortalecer su ideal de ser un punto de transferencia para cubrir destinos tanto de viajeros como de carga.
El presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Federico Anliker, informó que solo en enero 2021 se movilizaron más de tres millones de kilos de carga aérea y cuando se completen las obras, entre junio y julio, también se incorporarán más aerolíneas, aumentando los flujos de viajeros y paquetes.
Este panorama mejora si se suman los movimientos en el puerto de Acajutla, que son un 4 % más que en 2020; es decir, 466 mil toneladas métricas, y a futuro, con el arranque de labores el Aeropuerto del Pacífico, en la zona oriental, y el ferry.